domingo, 26 de febrero de 2017

GRANDES ARTISTAS DE LA DANZA DE LOS ÚLTIMOS 200 AÑOS . Parte II




Ruth Saint Denis 
(1877 - 1968)

Bailarina, coreógrafa, profesora y directora artística estadounidense, nacida en Newark (Nueva Jersey) el 20 de enero de 1877 y muerta en Holliwood (California) el 21 de julio de 1968, cuyo nombre verdadero era Ruth Dennis, que está considerada la primera dama de la danza americana.

Se inició en el estudio de la gimnasia armónica y la mímica, según los principios de François Delsarte, de la mano de su madre, quien pronto descubrió las condiciones de su hija para la danza y el teatro. Así, comenzó a tomar clases con Geneviève Stebbins, Maude Davenport y Marie Bonfanti, y de forma intermitente con Karl Marwig en Nueva York. Debutó como actriz, cantante y bailarina con la Compañía Belasco, con tal grupo cosechó su primer éxito por su participación en el espectáculo La Du Barry (1904).

Ese mismo año, e inspirada por un cartel publicitario de cigarrillos que presentaba a una diosa egipcia, Ruth decidió abandonar los espectáculos de variedades para dedicarse exclusivamente a la danza. Comenzó a investigar acerca de la cultura, religión, filosofía y tradición oriental, especialmente de la India, para ello se documentó en bibliotecas, consultó a especialistas y observó a unos nativos instalados cerca de su ciudad. En marzo de 1906, presentó en Nueva York su primer solo titulado Radha, al que seguirían IncenseThe CobrasNautch y Yogi. En julio de ese mismo año, inició una gira de gran éxito por toda Europa, que duró hasta 1909. De nuevo en Estados Unidos, Ruth completó su programa con Egypta (1910), Bakawali (1913) y O-Mika (1913), esta última de inspiración japonesa, continuó con sus actuaciones muy bien recibidas por la sociedad americana.

En 1914 conoció al bailarín Ted Shawn al que contrató de inmediato como pareja para sus espectáculos. Se casaron el 13 de agosto de ese mismo año y en 1915 inauguraron su primera escuela en Los Angeles, The Ruth Saint-Denis School of Dancing and its Related Arts, más conocida como Denishawn, a partir de la cual formaron una primera compañía. Las enseñanzas impartidas en la escuela incluían danza clásica, yoga, teatro y música, además de las técnicas rítmicas y de interpretación de Émile Jaques-Dalcroze y François Delsarte. Entre los alumnos más destacados estuvieron Martha Graham, Doris Humphrey y Charles Weidman. Algunas de las coreografías de Saint-Denis para el grupo fueron: A Dance Pageant of Egypt, Grece, and India (1916), Orpheus et Eurydice (1918) The Light of Asia (1918), Ishtar of the Seven Gates (1925), The Lamp (1928) y The Prophetess (1931), muchas de ellas con música de Louis Horst.

La actividad de la Denishawn duró hasta 1931, aunque la escuela se cerró varias veces y ellos dos se separaron a menudo para presentar sus trabajos en compañías independientes. Tras la ruptura, Ruth Saint-Denis fue reduciendo cada vez más sus apariciones ante el público para concentrarse en el estudio místico de la danza, con la fundación de la Society of Spiritual Arts. En mayo de 1940 se asoció con La Meri en Nueva York, para la fundación de una escuela de danzas orientales, que dos años después se convertiría en el Ethnologic Dance Center. Se retiró definitivamente en Hollywood, donde se presentó por última vez al público en 1964, con motivo de la celebración de sus bodas de oro con Ted Shawn. En 1939 había publicado su autobiografía, An Unfinished Life.


En 1900, Ruth StDenis empezó a formular su propia teoría de la danza/drama basada en su trayectoria.

Al igual que Isadora Duncan, a St. Denis lo gustaba la improvisación libre, moverse tal como sus impulsos le indicaban. Así había crecido, como una niña inquieta que no paraba de bailar en la granja de sus padres, sin mucha formación académica que orientara, ni mucho menos condicionara su condición de futura bailarina. Relata Artemis Markessinis (1995: 163) como una experiencia trivial en la vida de Ruth St. Denis definió su búsqueda de una danza diferente y canalizó su energía creadora en un tema recurrente. Resulta que como miembro de la compañía teatral de Leslie Carter, en una gira se detuvo a observar un cartel que con descuido colgaba en la pared de un local y que anunciaba, a partir de la figura de la diosa Isis, las finezas de una marca de cigarrillos. Esta imagen incitó en ella, casi de inmediato, su deseo de exploración hacia el mundo oriental y sus bailes. 






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Ted Shawn
(1891 - 1972)

Bailarín, coreógrafo, profesor y director americano, nacido en Kansas City (Missouri) el 21 de octubre de 1891 y muerto en Orlando (Florida) el 9 de enero de 1972, cuyo nombre original era Edwin M. Shawn. Está considerado uno de los padres de la danza moderna.


Comenzó estudios de Teología, aunque debido a una enfermedad y su posterior rehabilitación, tuvo lugar su primer acercamiento al mundo de la danza. Tomó sus primeras clases con Hazel Wallack y realizó su primer recital como bailarín en 1911. Dos años más tarde formó pareja artística con Norma Gould. Cada vez más interesado en la danza, comenzó a crear sus primeras coreografías y apareció en la película Dance of the Ages.









En 1914 conoció a la bailarina Ruth Saint-Denis, en agosto de ese mismo año se casaron y poco después realizaron su primera coreografía conjunta: The Garden of Kama (1915), presentada en el Teatro Alcázar de San Francisco. En 1915 abrieron su propia escuela, conocida como la Denishawn. Con la compañía formada a partir de los alumnos de la misma, Shawn presentó algunos trabajos como: Pyrrhic Dance (1916), Julnar of the Sea (1919), Les Mystères Dionysiaques (1920) y Pacific 231 (1929). Debido a la gran rivalidad que existía entre ambos, la pareja se separó artística y sentimentalmente en 1931, este hecho provocó también la desaparición de la escuela Denishawn. En 1933 formó una compañía integrada únicamente por bailarines masculinos, la All-Male Dancers Company, con base en Jacob's Pillow, una antigua granja en Lee, Massachusetts, que Shawn había comprado en 1930. 


Emprendieron giras por Estados Unidos hasta 1940, entre los trabajos que presentaron, destacan: Kinetic Molpai (1935), O, Libertad (1937) y Dance of the Ages (1938). En 1941, la Jacob's Pillow fue adquirida por una sociedad que instauró el Jacob's Pillow Dance Festival, con Ted Shawn al frente de la dirección artística. En 1959, se construyó en ella un teatro con un aforo de 500 personas, denominado Ted Shawn Theatre, reconstruido en 1990 con el nombre de Ted Shawn Theatre and Studio. Shawn se mantuvo en activo hasta el comienzo de los años sesenta, aunque estuvo a cargo del Jacob's Pillow hasta su muerte en 1972. Se esforzó por eliminar ciertos prejucios existentes en la danza masculina: la dotó de una nueva estética y utilizó el desnudo para reivindicar el cuerpo como medio de expresión. Fue, al mismo tiempo, un gran pedagogo e investigador. 






Entre los libros escritos por Shawn se encuentran: Ruth St. Denis: Pioneer and Prophet (1920), Fundaments of a Dance Education (1937), Dance we Must (1940), Every Little Movement: A Treatise on François Delsarte (1954) y One Thousand and One Night Stands (1960). Entre los galardones que recibió a lo largo de su carrera destacan el Premio Capezio (1956) y la Medalla de la Sociedad Nacional de Artes y Letras (1965), de la que era asesor.








¿Qué es Denishawn?


El nombre Denishawn es la combinación de los nombres de dos grandes bailarines estadounidenses: Ruth St. Denis y Ted Shawn. En las primeras décadas del siglo XX estos dos bailarines se asociaron, establecieron una escuela y compañía de baile, y crearon su propio estilo de danza. Denishawn era el nombre de la escuela y de la compañía, y también el nombre de su estilo de baile.

La escuela de baile de Denishawn


Esta escuela jugó un papel vital en el desarrollo de la danza moderna y del ballet en Estados Unidos durante las primeras décadas del siglo XX. Grandes bailarines y coreógrafos de la danza moderna estudiaron y trabajaron en esta escuela, tales como Martha Graham, Doris Humphrey y Charles Weidman (tres de los cuatro grandes).



Shawn y St.Denis, quien ya era una famosa bailarina y artista de “vaudeville”, decidieron abrir esta escuela para compartir sus innovadoras ideas acerca de la danza. Querían crear un espacio donde los nuevos bailarines pudieran recibir un entrenamiento técnico adecuado para los nuevos tipos de danza moderna que se estaban forjando en esa época.
La escuela ofrecía una combinación ecléctica de clases, que incluía:

  • Yoga
  • Filosofías orientales
  • Método Dalcroze
  • Método Delsarte
  • Ballet
  • Bailes de salón
  • Técnica Denishawn

La compañía de baile Denishawn y su estilo de danza


La escuela de baile Denishawn también tenía una compañía de baile, donde los estudiantes más destacados podían adquirir experiencia profesional. En esta compañía St. Denis y Shawn desarrollaron su estilo particular de danza.



Las coreografías de Denishawn eran espectáculos de gran escala con escenografías elaboradas. La danza era una representación de la música, una modalidad de baile que St. Denis llamaba “visualización musical”.



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Isadora Duncan
(1877- 1927)


La bailarina estadounidense Isadora Duncan (1877- 1927), cuya innovadora técnica en su ejecución que se caracterizó por movimientos libres, fluidos y cargados de pasión, dieron fin a la rigidez del ballet clásico y han sido las bases para la danza contemporánea del siglo XX.
Su estilo de danza era completamente nuevo y rompía con la rigidez del ballet clásico, además de utilizar música de concierto, que originalmente no había sido compuesta para ser bailada. Isadora, fue pionera en su ramo y alcanzó la perfección siendo su propio maestro, en el que para ella, el cuerpo debía ser translúcido para proyectar el alma y el espíritu. Sus enseñanzas y personalidad son ahora parte importante del desarrollo de la danza.
Dora Angela Duncan, su verdadero nombre, nació el 26 de mayo de 1877 en San Francisco, California. Según sus biógrafos, su espíritu bailarín se asomó desde muy temprana edad, pues con sólo 10 años de edad abandonó la escuela para impartir clases de danza y contribuir a los gastos de la familia. De padres divorciados, la madre de Duncan debió ser una figura extravagante para la época por independiente, aferrada a los hijos y sin fe religiosa.

Aborrecía los convencionalismos. Eligió el feminismo entre la presión calvinista y el credo católico.

Cuando Isadora llegó a la adolescencia, la familia se mudó a Chicago, donde Duncan estudió danza clásica. En un incendio, la familia perdió todo y se mudó nuevamente a Nueva York, donde ingresó a la compañía de teatro del dramaturgo Augustin Daly y posteriormente estudió arte en el Museo Británico de Londres.
Su primer debut profesional fue en 1899 en Chicago, al que le siguieron giras por Europa y Estados Unidos. Daba recitales de danza y estableció escuelas cerca de Berlín (1904), París (1914) y Moscú (1921). El baile de Duncan se caracterizaba por movimientos libres y fluidos enmarcados en la máxima expresión emocional interna. Isadora estaba convencida de que no era su cuerpo el que bailaba, sino su esencia, su alma, su interior.
Era amante de los cánones de belleza de la antigua Grecia, de tal modo que en sus actuaciones se vestía con una túnica transparente, con los pies, brazos y piernas desnudos, y con su largo cabello suelto. A pesar de que los críticos no soportaban ver a una mujer irreverente que bailaba descalza, con una túnica y sin maquillaje, admitían que en su danza había un arte original y apasionado.
Su estilo de danza era completamente nuevo y rompía con la rigidez del ballet clásico, además de utilizar música de concierto, que originalmente no había sido compuesta para ser bailada. Debido a su rechazo por las técnicas formales y a la utilización de los movimientos naturales, la danza de Duncan parecía una constante improvisación. A través de la ejecución de su baile suscitó en el coreógrafo ruso Mijáil Fokine, una enorme influencia en el ballet del siglo XX, así como a coreógrafos estadounidenses como Ruth St Denis y Ted Shawn. La escuela pronto se extendió y fundó compañías de danza en varios países europeas, incluyendo Alemania, Francia y Rusia.
Su vida personal no fue del todo afortunada.
Tuvo una hija con el escenógrafo británico Gordon Craig y un hijo con el magnate de las máquinas de coser Paris Singer; ambos murieron en un accidente automovilístico (1913). En 1922 contrajo matrimonio con el poeta ruso Sergei Esenin, de quien se separó más tarde.
Su última y dramática aparición en los escenarios fue en la ciudad parisina. Otras fuentes señalan que Isadora era bisexual y una de las relaciones que están más documentadas es la que mantuvo con la escritora Mercedes de Acosta.
Su muerte fue una verdadera tragedia.
Mientras conducía su automóvil, el extremo del pañuelo que adornaba su cuello se enredó en una de las llantas y le quitó la vida el 14 de septiembre de 1927 en Niza, Francia. En ese mismo año publicaron su autobiografía titulada ‘Mi vida’.




Isadora era plenamente consciente de que su estilo suponía una ruptura radical con la danza clásica, y en este sentido se veía a sí misma como una revolucionaria precursora en un contexto artístico de revisión generalizada de los valores antiguos. Al mismo tiempo que su estilo se iba consolidando, Isadora estudiaba en profundidad la danza y la literatura antiguas a través de los museos, particularmente el Louvre de París, la National Gallery de Londres y el Museo Rodin.
Los temas de las danzas de Isadora eran clásicos, frecuentemente relacionados con la muerte o el dolor, pero en oposición a los asuntos de la danza clásica conocida hasta entonces, que giraban en torno a héroes, duendes y trasgos.
Su puesta en escena era también revolucionaria, y en cierto sentido minimalista: apenas algunos tejidos de color azul celeste en lugar de los aparatosos decorados de los montajes conocidos hasta entonces y una túnica vaporosa que dejaba adivinar el cuerpo y entrever las piernas desnudas y los pies descalzos, frente a los vestidos de tutú, zapatillas de punta y medias rosadas de rigor en el ballet clásico. Isadora bailaba sin maquillaje y con el cabello suelto, mientras que lo habitual en aquella época era maquillarse a conciencia y recogerse el pelo en un moño o coleta.

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François Delsarte

(1811 - 1871)

François Alexandre Nicolas Chéri Delsarte (11 de noviembre de 1811 – 20 de julio de 1871) fue un músico y profesor francés.
Aunque tuvo cierto éxito como compositor, es principalmente reconocido como profesor de canto y declamación. Desarrolló un estilo interpretativo basado en conectar la experiencia emocional del actor con una serie de gestos que observó en las relaciones humanas.
Este “método Delsarte” fue divulgado por todo el mundo, especialmente en los Estados Unidos, y terminó siendo enseñado habitualmente por profesores que no entendían plenamente el trabajo de Delsarte. En consecuencia, se tendía a olvidar las asociaciones emocionales y el método degeneró en una serie de poses melodramáticas a las que Constantin Stanislavski se opondría al desarrollar su sistema Stanislavski.
El trabajo de Delsarte inspiró a bailarines como Isadora Duncan, Ruth St. Denis y Ted Shawn. Rudolf Laban y F. Matthias Alexander partieron también del método Delsarte hasta desarrollar su propio camino.

Irónicamente, fue su gran éxito lo que terminó causando su final. Para la década de 1890, el método Delsarte se enseñaba en todas partes, no siempre de acuerdo a la intención original de Delsarte de conectar emocionalmente. No se necesitaba acreditación alguna para enseñar el método, y la calidad de su enseñanza se redujo al perderse paulatinamente el significado emocional que tenía en sus comienzos. Wangh dice que “llevó a otros a gestos estereotipados y melodramáticos, faltos del corazón que Delsarte había buscado restaurar”.
Hacia el final del siglo XIX se difundió en Norteamérica la llamada “gimnasia Delsarte”. Aunque François Delsarte fue profesor de expresión para la voz y el gesto en vez de entrenador, se enseñaban con ese nombre ejercicios de relajación y entrenamiento postural para controlar la respiración como parte de la preparación de un artista antes de salir a escena. Sin embargo, esto no basta para una educación física completa para jóvenes o adultos, por lo que el término gimnasia era técnicamente incorrecto para denominar el trabajo de Delsarte. Primero porque en el método de Delsarte el trabajo corporal tiene une dimension expresiva (y no desportiva). Secundo porque no se puede separar este trabajo corporal del trabajo del canto y de la declamación.
Desde los años 1990, la historia, la teoria y el método de Delsarte suscitan un interés nuevo, que se exprima con estudios scientificos y con tailleres del método expresivo en diferentes partes del mundo.

El delsartismo ofrecerá a los pioneros de la danza moderna las bases de un método de trabajo y un estudio del movimiento que será muy valioso para los  futuros creadores de la danza moderna. Su análisis del cuerpo y de sus medios de  expresión fue una herramienta de gran importancia que colaboró en el desarrollo de la conciencia corporal y la comprensión de las emociones humanas.
Delsarte reconoce el papel de los hombros como revelador del estado de ánimo de las personas y el torso como el órgano poético por excelencia, como fuente y medio de la emoción. El torso ya no será un mero lugar de vinculación de los miembros (como en la danza clásica) sino el centro vital de donde emana el movimiento y verdadero instrumento de la expresión emocional. Ésta será una de sus principales aportaciones.
Delsarte descubre, por ejemplo, el papel de la espalda que se extiende (abre) o se repliega (enrolla) según el estado afectivo. El repliegue del cuerpo sobre sí mismo o su extensión constituirán los dos movimientos fundamentales de toda expresión humana. Esto último se convertirá en un principio básico: toda expresión proviene de la tensión y relajación de los músculos del cuerpo. Esta teoría será posteriormente utilizada y adaptada por la danza moderna.
Observó que la respiración jugaba un papel esencial y que existía relación entre la respiración, las acciones y las sensaciones. Así, relacionó la inspiración con el dolor, la contención, el estado de alerta, mientras que la espiración se correspondía con la felicidad, la relajación, el abandono.

Delsarte estableció su sistema según una distribución trinitaria, organizando todas sus teorías en un sistema basado en el número tres y sus múltiplos en la más pura tradición cristiana de la Santísima Trinidad (en consonancia con la confraternidad que, como hemos visto, había fundado). Uno de los principios fundamentales de Delsarte era la “ley de la correspondencia” que postulaba una relación fija entre lo físico y lo espiritual, entre el movimiento y su significado; a cada cambio espiritual le corresponde un movimiento corporal. Este aspecto se basa en la idea de que las partes constitutivas del hombre (cuerpo, mente y  alma/espíritu) forman una trinidad (ley de la trinidad) que reflejan la triple naturaleza  divina y se corresponden respectivamente: el cuerpo con el estado sensible (las sensaciones), la mente con el estado intelectual (el pensamiento) y el alma/espíritu con el estado moral (los sentimientos). El ser perfecto es el que presenta un equilibrio entre estas tres entidades. El objetivo de Delsarte era obtener por medio de ejercicios una perfecta armonía entre estos tres elementos.
A su vez, él asocia una modalidad de expresión exterior a cada estado interior: la voz a las sensaciones, el gesto a los sentimientos y la palabra al pensamiento. De  acuerdo con sus ideas, cada movimiento corporal tiene un sentido propio y a cada uno le corresponde una emoción específica; se puede descomponer cada gesto o expresión y así deducir su significación, sin olvidar el hecho de que, a su vez, el cuerpo entero participa de cada movimiento.
Otro de sus principios fundamentales era su “ley de la elevación”, haciendo referencia a un movimiento que progresa desde el repliegue, en el suelo en posición fetal, hasta el despliegue total, de pie y con los brazos extendidos. Este movimiento estará también, con posterioridad, en las bases de la danza moderna.
Asimismo, Delsarte otorgará verdadero protagonismo al peso corporal y su desplazamiento, siendo esto una aportación relevante para la futura danza moderna.
La gravedad ocupa su lugar y su derecho de ser contrariamente al ideal de la danza  clásica de elevación permanente, de negación de la gravedad y del suelo. El suelo, para Delsarte, será el verdadero lugar donde se establece el contacto con el cuerpo y no sólo una rampa de lanzamiento.  Por su parte, analiza el cuerpo humano como una figura geométrica divisible en secciones. Los miembros (inferiores y superiores) se asocian con la parte más vital y  física ya que son los que establecen un contacto más directo con el mundo exterior. El tronco (donde se encuentra el corazón) se asocia al alma o parte más emocional. La  cabeza, con el intelecto. Cada una de estas macro-zonas, se divide a su vez en otras tantas secciones.

Desarrolló la “ley del movimiento armonioso” en la que distinguió tres grandes tipos de movimientos: oposiciones, paralelismos y sucesiones, según la intervención  de la parte física, espíritu-emocional o mental:
1 – Movimientos de oposición: dos partes del cuerpo se mueven al mismo tiempo pero en direcciones opuestas. Cuando una o varias partes del cuerpo  se mueven, otros segmentos del cuerpo realizan el movimiento opuesto (por principio del equilibrio). Indica fuerza física.
2 – Los paralelismos: dos partes del cuerpo se mueven al mismo tiempo y en la misma dirección. Indica debilidad.
3 – Las sucesiones. Es el movimiento fluido como el de una ola. Partiría del centro del torso hacia los miembros superiores recorriendo todo el cuerpo. Expresa  emoción. Este será otro de los pilares de la danza moderna.
Para Delsarte, la dinámica o ciencia de la expresión del movimiento tiene tres formas: el ritmo, la inflexión y la armonía.

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