domingo, 26 de febrero de 2017

GRANDES ARTISTAS DE LA DANZA DE LOS ÚLTIMOS 200 AÑOS


Un recorrido por la trayectoria de aquellos maestros e intérpretes, que en su plenitud artística y expresiva han creado escuela, impulsando la técnica y la interpretación en las artes del movimiento y la danza.


Esta crestomatía recoge el espíritu, la disciplina, la energía y el carácter de estos grandes maestros e intérpretes de la danza. Su inspiración, su tesón por alcanzar lo que para muchos parecía inalcanzable, dignificó la profesión del bailarín convirtiéndolos en verdaderos símbolos. Trascendieron lo artístico para convertirse también en un fenómeno sociológico y cultural de su época.


Ello es, no sólo resultado de unas cualidades artísticas excepcionales, sino el ansia de superación para alcanzar la perfección sobre los escenarios. Ellos son la memoria histórica y el sustento de la plenitud expresiva del Arte de la Danza de nuestros tiempos.






Rudolf von Laban
(1879 - 1958)

Fue un maestro de danza moderna, filósofo y arquitectoLaban se interesó en la relación entre las formas de movimiento del cuerpo humano y el espacio que lo rodea. En 1928 publicó su método de notación matemática, donde documentó todas las poses del movimiento humano y que posibilitó a los coreógrafos el poder registrar los pasos de los bailarines y otros desplazamientos corporales, así como también su ritmo

"El espacio dinámico, con sus maravillosas danzas de tensiones y descargas, es la tierra donde el movimiento florece. El movimiento es la vida del espacio. El espacio vacío no existe, entonces no hay espacio si movimiento ni movimiento sin espacio. Todo movimiento es un eterno cambio entre condensar y soltar, entre la creación de nudos de concentración y unificación de fuerza al condensar y de la creación de torsiones en el proceso de sujetar soltar. Estabilidad y movilidad alternan sin fin."

Desde estas reflexiones de Rudolf Von Laban parte el trabajo que diera origen a las teorías para análisis de movimiento más ricas e inspiradoras que se registren. Rudolf Von Laban nació en Austria. 

Laban observó el proceso del movimiento en todos los aspectos de la vida. Analizó e investigó los patrones de movimiento desde las artes marciales hasta en las personas con discapacidad física o mental. Refinó la apreciación y la observación del movimiento al punto de llegar a desarrollar un método para experimentar, ver, describir y anotar movimiento hasta que las implicancias funcionales y expresivas quedaran en total evidencia.
El Análisis Laban provee un vocabulario sistemático para describir movimiento cualitativa y cuantitativamente. Es aplicable a la danza, los deportes, el teatro, la danza terapia, la psiquiatría, la antropología, la sociología. En las artes escénicas posibilita la observación exhaustiva para ampliar el espectro del vocabulario en expresividad y funcionalidad. Para lo terapéutico, posibilita una mayor comprensión de los sutiles cambios del manejo del cuerpo y las consecuencias en el significado y la adaptación al medio ambiente.

El instrumento principal de este estudio es: EL CUERPO HUMANO. El segundo componente es EL ESPACIO, donde se mueve el cuerpo y donde dibuja las formas. El tercer elemento de análisis corresponde a las calidades de movimiento o ESFUERZO ENERGÉTICO, describe como el cuerpo se mueve y dibuja formas en el espacio. Para analizar el movimiento humano hay que tener en cuenta que el cuerpo se desarrolla como estructura en las distintas etapas de la vida y que está en continuo cambio. El movimiento evoluciona conjuntamente al desarrollo de nuestras capacidades motoras e intelectuales. Las formas que dibujan los movimientos se producen, en realidad, para cambiarse constantemente. Ninguna forma es estática y el paso entre forma y forma es lo que nos desplaza, comunica, explora, relaciona con otros y con el espacio que nos rodea. El modo en que se mueve el cuerpo en el espacio depende de la combinación de los cuatro elementos básicos de las dinámicas: PESO-TIEMPO-FLUJO- ESPACIO. El contenido expresivo o formal de cada acción que realizamos varía en significado e intención de acuerdo a la combinación de estas dinámicas. El cuerpo está constantemente lidiando con su peso a favor o en contra de la gravedad, que descarga a tierra o lo retiene. El peso es la intención, el impacto. Suavidad versus fuerza. El tiempo, en forma de ritmo, está presente en todas nuestras acciones.





Rudolf von Laban creó e interpretó coreografías sin acompañamiento musical (Agamennons Tod, 1924) que rompían con el academicismo imperante. Con ello pretendía satisfacer nuevas exigencias expresivas a través de la relación entre espacio, movimiento y ritmo y de una actuación del intérprete en la que éste se había de concentrar al máximo porque «todo movimiento exterior es consecuencia de otro interior».





Interesado en las ciencias esenciales para la comprensión del movimiento, estudió matemáticas, física, química, anatomía y fisiología. Viajó alrededor del mundo en busca de la actividad natural y cultivada. El ballet reclamó su mayor atención. Fue enemigo declarado de las “puntas” y creía que el gesto expresivo tenía que dar origen a una liberación total del alma y del cuerpo, en la misma línea que Isadora Duncan.

Laban elabora e interpreta los conceptos sobre el movimiento y la danza, definiendo tres sistemas:

  • Labanotación: es una forma de recordar los movimientos por medio de símbolos. Consigue establecer una técnica de lenguaje escrito y fiable de los movimientos, de los dinamismos, del espacio y de todas las acciones motrices del cuerpo.
  • La técnica del icosaedro: permite a los estudiantes de danza ver los puntos hacia y desde los cuales se mueven, mejorando su precisión en el movimiento.
  • La danza expresiva, libre, creativa o danza educativa moderna: establece un conjunto de principios y conceptos sobre el movimiento con la finalidad de servir como guía de investigación y de reflexión sobre la manera de efectuar y concebir el movimiento. De esta forma el individuo, a partir de unos temas específicos, ha de explorar y familiarizarse con el movimiento, llegando a descubrir su propia técnica y elaborando su propio lenguaje corporal.

Para Laban la danza es una forma de expresión corporal de un individuo o grupo, y cada uno tiene su propia danza; por eso la técnica de la misma ha de facilitar diversas posibilidades de acción que le hagan reforzar su personalidad.

Una sesión de danza se compone de:
  1. Training corporal: acondicionamiento corporal y físico.
  2. Estudio del movimiento: es el centro de la sesión; se experimentan y realizan todos los movimientos personales y grupales.
  3. Composición: verifica el dominio del tema trabajado anteriormente.
  4. Decontracción: observación de las composiciones anteriores para favorecer el espíritu crítico, y relajación activa o pasiva.
Otras aportaciones de Laban son:
  • Los coros de movimiento: que se caracterizan por el énfasis que pone en los movimientos idénticos de varios danzantes para expresar emociones.
  • Una técnica de los movimientos considerándolos desde cuatro aspectos:
    • Tiempo: le interesa la rapidez y la lentitud y los cambios entre las dos (aceleración y desaceleración).
    • Peso: considera el movimiento fuerte y ligero. Los factores tiempo y peso dan la cualidad dinámica al movimiento.
    • Espacio: lo relaciona tanto con el modo en que nos movemos como con la dirección en que lo hacemos.
    • Flujo: este factor penetra en todo el movimiento y confiere la sensación de ser detenido o sujetado.



Fuentes:







Martha Graham
(1894 - 1991)

Ella rompió con las rígidas convenciones de la danza del siglo XIX, creando su propia técnica: violentas contracciones pélvicas y trabajo abrupto a nivel del suelo, que encantaron al mundo.

Poseedora de un estilo lleno de  simbolismo, espiritualidad, psicología y fuerza expresiva, la bailarina y coreógrafa estadounidense Martha Graham, creadora de uno de los métodos más famosos de la danza contemporánea, nació el 11 de mayo de 1894 en Pittsburgh, Pensylvania.


El gran aporte técnico de Graham a la danza fue la creación de un nuevo método denominado por ella misma“contracción y relajación”.  A partir de movimientos curvos y ensimismados del torso expresaba una parte esencial e ineludible del ser humano, olvidada hasta entonces: el dolor.

Si en el ballet clásico uno de los propósitos básicos era ocultar el esfuerzo, ella lo hacía visible porque “es parte de la vida”. De esta forma, todo el abanico de sentimientos quedaba representado: odio, amargura o éxtasis eran transmitidos con un solo gesto. Graham se concentró en el torso como fuente de vida, como motor.

“Los brazos y las piernas pueden ser usados para manipulaciones o traslados, la cabeza para decisiones y juicios. Pero todo, cada emoción, se hace visible primero en el torso. El corazón late y el pulmón se llena, allí está el aire y con él la vida”, decía.
Este estilo coreográfico le dio a sus obras una visión dura y angular, con reminiscencias cubistas; como en su célebre obra “Lamentation”, en la que la bailarina expresaba la angustia de una mujer, envuelta en un largo tubo de tela elástica en el que sólo su cara quedaba expuesta.
Estas formas eran muy poco familiares para el asiduo público de ballet, que en un prinicipio la acusó de bailar de forma “antiestética”. A pesar de la fama y los honores, a la bailarina le costaba cada vez más sostener su compañía, ya que se negaba a que sus obras fueran representadas por otros grupos de danza o por alguien que no hubiera sido entrenado en su enseñanza y estilo. Por lo demás, sabía que al entregar sus coreografías a otros grupos perdería el control de las mismas y esto podría desvirtuarlas.


En la técnica Graham el torso es el eje central en la expresión de las emociones. Las contracciones se inician en la pelvis. Los brazos, manos y piernas se usan para crear imágenes y para trasladarse en el espacio.
La respiración juega un papel primordial. Todas las contracciones y la relajación en la técnica Graham se coordinan con la respiración. La contraccion se hace en la exhalación y la relajación se realiza en la inhalación.
La relación con el suelo también cobra importancia. Los movimientos en la técnica Graham se enraizan en el suelo, caen al suelo, se impulsan desde el suelo para saltar o se sacuden contra el suelo.



Su técnica, definida en ocasiones, como “dance from the vagina”, nombre que a la misma coreógrafa la desconcertaba, y con razón, se basa en el opuesto de los movimientos del ballet clásico. Si en la danza clásica todo es abierto y está rotado hacia fuera (en dehors), Graham lo hizo cerrado y en paralelo. La espalda se convierte en uno de los principales focos de atención en el desarrollo de su método, ya que a través de contracciones y estiramientos (contraction and release), y junto con los músculos abdominales y la pelvis, forma a los bailarines, dotando a la columna vertebral de flexibilidad y resistencia.

La respiración es un instrumento fundamental durante la práctica del trabajo de contracciones, es crucial para llevar a cabo la técnica correctamente. El desplazamiento del peso del cuerpo es la clave del movimiento, y por ende, de su disciplina.

A la respiración se le deben, en gran medida, los efectos de la calidad del movimiento en los saltos y las caídas, la contracción y relajación del torso, la rotación de los hombros y, en consecuencia, su elegante y técnico port de bras.

Las piernas en paralelo, junto con los brazos, forman posiciones «cerradas» —siempre que tomemos al clásico como punto de partida—, en donde el relevé queda absolutamente en segundo plano frente a un trabajo exhausto y sólido de suelo.

La idea de Graham era alejarse de la técnica de la danza clásica, meta que logra ampliamente. Crea un sistema que se lo reconoce porque lleva su nombre: la técnica Graham, una técnica de estudio formada a través de la formación de nuevos movimientos tan importantes para cualquier bailarín como la misma técnica clásica.

La técnica Graham hace que uno baile en el suelo, con los pies flexionados y descalzo, que aprenda sobre la relación de la cadera con los hombros, que muestre el desplazamiento del propio peso y, en unos segundos, retorne a su posición inicial. Es una técnica severa, tanto como la clásica.






Fuentes:


Émile Jaques-Dalcroze
(1865 - 1950)


A comienzos del s. XX , una explosión de ideas artísticas y educativas se originan en la Europa Central , desembocando en una revolución educativa, donde la utilización del movimiento y la música se convertirán en un medio para el desarrollo hacia una educación integral, basada en las relaciones psicológicas existentes entre la música, el ser humano y el mundo creado.


Dos factores influenciaron el impulso de nuevas ideas educativas, la creación de un nuevo estilo de danza que investiga las relaciones de expresividad que la música ofrece, lo cual genera un encuentro más cercano entre bailarín y músico, y, una evolución musical paralela que investiga la libertad de forma y fondo, estos dos aspectos expresivos exigirán unas formaciones que desarrollen al máximo las capacidades físicas, emotivas e intelectuales del ser humano.



Jaques-Dalcroze es uno de los impulsores de la utilización del movimiento como medio de aprendizaje tanto musical, como expresivo, desarrollando un método pedagógico, llamado Rítmica. (1906). El cual se basa en tener primero “la vivencia musical” a través el cuerpo y después la comprensión musical a través del intelecto.


Este pedagogo y músico comenzó en Ginebra a inventar una serie de ejercicios para mitigar la carencia de musicalidad y arritmia que encontró en sus alumnos y para procurar desarrollarles el sentido auditivo y rítmico. Necesitó un aula más grande, con espejos, hizo poner de pie a sus alumnos, que estaban acostumbrados a trabajar sentados y los hizo descalzar para que pudieran desplazarse con comodidad al ritmo de las melodías que tocaba al piano. Les hacía experimentar mediante ejercicios que combinaban movimiento físico con audio perceptivo, empleando el cuerpo como instrumento musical primario, permitiendo controlar sus energías en el tiempo y en el espacio. Dalcroze tenía gran interés en estudiar el aspecto psicomotriz del ser humano. Observó que la existencia de algún problema de personalidad o relativo a la insatisfacción de una persona consigo misma se reflejaba generalmente en la incapacidad de seguir el ritmo de la música. Manifestándose así un desequilibrio entre el espíritu y el cuerpo y un déficit general de coordinación, desarrollando así una metodología para ayudar a las personas a superar sus dificultades por medio de la música. Años de meditación sobre la condición del ser humano, del artista, del creador o del intérprete le condujeron progresivamente a formular sus principios.







La Rítmica funda sus principios de trabajo en la movilización de la mente y el cuerpo, es decir, en lo relativo a los medios de acción, de reacción y de adaptación del ser humano al mundo que le rodea, con el fin de potenciar y sacar de él todo provecho posibles. Se interesa, pues por el individuo tal como es, aquí y ahora, el valor de la rítmica reside en su capacidad para hacer del conjunto de capacidades humanas una herramienta eficaz aquí y ahora.


La rítmica consiste en poner en relación los movimientos naturales del cuerpo, los ritmos de la música, y la capacidad de imaginación y de reflexión. Los ejercicios propuesto son por tanto, caminos que permiten descubrir y comprender la música a través de la experiencia del organismo entero; la educación de la sensibilidad y del poder de representación rápida, que se dirige simultáneamente a las facultades auditivas y motrices.







Fuentes:

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