domingo, 26 de febrero de 2017

GRANDES ARTISTAS DE LA DANZA DE LOS ÚLTIMOS 200 AÑOS. Y Parte IV

Alwin Nikolais, el padre de la danza multimedia

(1910-1993)



Diseñador, compositor, coreógrafo y bailarín estadounidense. Fue uno de los coreógrafos más innovadores de la danza moderna. A partir de los años 40, este coreógrafo norteamericano empezó a crear obras abstractas que ofrecían una experiencia completamente teatral de la danza. En las obras de Nikolais el movimiento que expresan los bailarines tiene igual importancia que la escenografía, la utilería, el sonido y la iluminación.
El resultado es una danza multimedia donde los bailarines están íntimamente integrados al ambiente. A diferencia de otros grandes bailarines y coreógrafos de la danza moderna, Alwin Nikolais no estaba interesado en la exploración del yo ni en contar historias. Sus obras enfatizaban el movimiento en sí, la forma, las imágenes, el espacio y el tiempo no lineal.

Sus inicios en el mundo de la danza, la música y el teatro

Cuando era niño Nikolais aprendió a tocar el piano. En su juventud estudió composición musical, actuación, el arte de las marionetas y escenografía.
Su primer trabajo artístico fue de organista en el cine mudo.
Se interés por la danza se despertó cuando acudió a una presentación de Mary Wigman, la creadora de la danza expresionista alemana. Empezó a estudiar danza con Truda Kaschmann (que había sido estudiante de Wigman) en 1935.
Después de servir en la Segunda Guerra Mundial, Nikolais estudió danza con Hanya Holm y se convirtió en su asistente. Nikolais también estudió danza en Bennington College con otros grandes maestros de la danza moderna, tales como Martha Graham, Doris Humphrey, Charles Weidman y Louis Horst.
En 1948 Nikolais se asoció al Henry Street Settlement en la ciudad de Nueva York, donde fundó una escuela de danza y una compañía de danza-teatro, que eventualmente se llamó la Nikolais Dance Theatre. Fue en este espacio que Nikolais empezó a desarrollar sus obras abstractas de danza multimedia.

Su danza abstracta y visión artística

La obra artística de Alwin Nikolais se distingue por la experimentación e investigación constante de la danza dentro de un contexto teatral. Nikolais no se basó en las técnicas y lenguajes que desarrollaron la primera y segunda generación de bailarines de la danza moderna. En vez, se enfocó en desarrollar su propio lenguaje de danza basado en el concepto de “descentralización”.
La descentralización para Nikolais consistía en despersonalizar a los bailarines fundiéndose con el ambiente entero de la obra. En sus obras los bailarines pierden su identidad individual. Se convierten en un elemento teatral que, junto otros elementos teatrales como el vestuario, el diseño, la iluminación, el sonido, la escenografía y la utilería, comunican un significado abstracto.
En sus obras Nikolais no enfatiza la expresión personal del bailarín, si no el efecto total de la obra. El punto de atención es la acción colectiva del cuerpo de bailarines. Los bailarines a menudo pierden su forma humana mediante movimientos que se deforman con el uso de vestuarios, diapositivas e iluminación.
Nikolais no estaba interesado en contar historias ni en expresar emociones. Su interés era la investigación de las propiedades del espacio físico y de los principios del movimiento.
Nikolais es un pionero en el uso de la música electrónica como elemento de la danza. En la mayoría de sus obras Nikolais componía la música, creando composiciones de sonido que no respondían a un compás.


Nikolais también se distinguió en el mundo de la danza moderna por su genial uso de la luminotécnica. En sus obras Nikolas incorporaba luces y proyecciones de imágenes en todas las direcciones y niveles del escenario, creando nuevas formas, siluetas y espacios.

El legado de Alwin Nikolais

Nikolais pasó a la historia de la danza moderna como uno de los grandes genios de la danza multimedia o teatro multimedia. Es considerado un mago de las artes teatrales.
Su obra alcanzó fama y reconocimiento alrededor del mundo, especialmente en Francia. De su larga colaboración con el coreógrafo y bailarín, Murray Louis, surgió una técnica de danza que hoy en día se estudia en universidades a nivel mundial. Actualmente existe una fundación que se encarga de conservar y divulgar las coreografías y la técnica de de Nikolais y Louis, llamada la Nikolais/Louis Foundation for Dance, Inc.

Es exasperante y a la vez maravilloso que Alwin Nikolais crea que todo lo que imagina es perfectamente posible. Es exasperante ya que impulsa a todos –sobre todo a sí mismo– a la máxima sensibilidad, al más profundo saber hacer, al mayor y más ambicioso de los esfuerzos. Y es maravilloso porque cada uno de estos impulsos están justificados una y otra vez. Se interesa por diseño escénico, el teatro de títeres y muy especialmente por la composición musical.  Sus movimientos eran libres y espontáneos, proponiendo nuevas formas de moverse por el escenario. Inventó coreografías realizadas enteramente sin música a la vez que se liberaba de las ataduras del espacio, que en vez de envolver y atrapar al bailarín, se convertía en una proyección de su propio movimiento.




Nikolais establece el concepto de “la danza como arte del movimiento”. El teatro-danza es el mensaje y a la vez el medio. El teatro se convierte en una especie de mecanismo de exploración interna para los artistas y la danza a su vez, en el medio de expresión de toda esa dimensión interior, de toda la comunicación no verbal del “yo” más profundo, de la expresión más visceral. Aunque el contenido de las clases de Nikolais evolucionaban de forma natural, sus sesiones de trabajo se centraban en los principios del movimiento, fundamento necesario para la producción de sus coreografías. Necesitaba de bailarines descentralizados, desvinculados, dispersos, esparcidos. Precisaba de bailarines cuyo enfoque podría no estar en sus valores personales sino en el movimiento puro y duro.

Por otro lado, el uso de luces, diapositivas, proyecciones, música electrónica y la aparición constante de accesorios y materiales raros (como el yeso) con propósitos estéticos, crean ambientes propicios para la danza y su interacción con los bailarines. Toda esta puesta en escena provoca que algunos de los más renombrados críticos le acrediten la paternidad del ‘teatro multimedia moderno’. Hay que decir también que la obra del coreógrafo despertaba cierta antipatía en el mundo de la danza, porque cubría a sus bailarines con plásticos, telas y demás objetos. A pesar de aquella ola de animadversión que generaban sus propuestas en los circuitos más conservadores, Nikolais insistía en la idea de alejarse del mundo interno de los artistas para centrarse en la acción de grupo propiamente dicha. Evitaba lugares comunes y todos aquellos temas trillados del mundo del arte, como el bien contra el mal, el amor sobre el odio y esas cosas. Rompe con la tradición establecida y decide que es el movimiento el componente principal de sus obras; convierte al bailarín en un elemento más sobre el escenario. Desprecia tajantemente la obsesión de la danza moderna por el “yoismo”. El bailarín deja de ser el centro de la obra. Revolución a la vista.

Toda esta avalancha de cambios trae consigo una nueva forma de ver y escuchar danza moderna. Nikolais se da cuenta muy pronto que la música en general es poco o nada adecuada para sus espectáculos visuales. 


Fuente:



MEG STUART

Margaret "Meg" Stuart Freeman (1965)

Meg Stuart es una coreógrafa y bailarina, nacido en Nueva Orleans, que vive y trabaja en Berlín y Bruselas. Como hija de directores, empezó muy joven a practicar la danza y el teatro en California, donde sucedió con frecuencia en las actuaciones de los padres y amigos de la familia. Su primera formación en danza, seguido en la adolescencia, se dirigió a los gestos simples. 
En 1983 se trasladó a Nueva York para estudiar danza en la Universidad de Nueva York. Continuó su formación en el Movement Research, donde se exploró varias técnicas de lanzamiento; en ese momento, ella era activa en el mundo de la danza de Nueva York.
Invitado en 1991 para actuar en el festival Klapstuk en Lovaina, creó su primera pieza larga Desfigurar estudio, el pistoletazo de salida de su carrera en Europa. En esta coreografía, Stuart se dirigió al cuerpo como una entidad física vulnerables, incluso si se deconstruye, manipulada o distorsionada, aún resuena y significado. 

Deseando establecer una estructura de personal para la creación de proyectos de arte, Stuart Damaged Goods fundada en Bruselas en 1994. Damaged Goods es una estructura abierta y flexible que favorece la producción de una variedad de proyectos y colaboraciones interdisciplinares. Meg Stuart y bienes dañados se llevaron a más de treinta producciones, solos y extensa coreografía, piezas en las instalaciones, las instalaciones y las iniciativas de improvisación.
Stuart está trabajando para desarrollar un nuevo lenguaje para cada espectáculo, con la colaboración de artistas de diferentes disciplinas creativas, y explorar el área de tensión entre la danza y el teatro. El uso de técnicas de teatro y el diálogo entre el movimiento y la narración son temas recurrentes en su coreografía. Su coreografía se construye alrededor del concepto de un cuerpo sumergido en la incertidumbre, la vulnerabilidad y la introspección hacia adelante. A través de la improvisación, Stuart sondear las condiciones físicas y emocionales o su memoria. 

Su obra evoca una identidad en constante cambio; se redefine constantemente mientras la búsqueda de nuevos contextos y territorios donde esté presente la danza. Su obra ha recorrido el circuito internacional de teatro y danza y fue presentado en varias ocasiones en Canadá desde 1994. Sus obras se han presentado en la Documenta X de Kassel (1997), la Manifesta7 Bolzano (2008) y para PERFORMA09 Nueva York. En 2008, Meg Stuart recibió un premio Bessie (Nueva York) por su trabajo y un premio de la cultura flamenca en la categoría de artes escénicas. La Academia de las Artes (Berlín) otorgó Meg Stuart Konrad Wolf-Preis en 2012 y, más recientemente, la revista Tanz le otorgó el título de Coreógrafo del año 2014.








Fuente:

No hay comentarios:

Publicar un comentario